Continuamos nuestra pequeña aventura por la parte sur de Central Park por donde último lo dejamos. Antes de ello, me gustaría que os situaráis un poco con este mapa:
Ese es el recorrido total del primer episodio. En total fueron unos 3.2 kilómetros de camino. Y si se compara al resto del parque...
... podemos apreciar que dicha distancia es bastante pequeña en comparación. Os podéis hacer una idea de todo lo que Central Park tiene que ofrecer.
Dicho esto, prosigamos.
Después de echar un vistazo a la pista de patinaje en construcción, me topé con unas escaleras que llevaban a una zona dedicada exclusivamente para jugar a las damas y al ajedrez.
Dicho esto, prosigamos.
Después de echar un vistazo a la pista de patinaje en construcción, me topé con unas escaleras que llevaban a una zona dedicada exclusivamente para jugar a las damas y al ajedrez.
Por desgracia, no pude presenciar ninguna partida. No estoy seguro, pero había una caseta con gente trabajando dentro, y es posible que ahí es donde se repartieran las fichas para jugar.
Siguiendo, me topé con un edificio con bastante encanto llamado "The Dairy" (La Lechería).
Siguiendo, me topé con un edificio con bastante encanto llamado "The Dairy" (La Lechería).
Este edificio llama bastante la atención no solo por su aspecto y porque está en medio de la nada, sino también por su nombre. Parece ser que antiguamente (finales del siglo 19) encontrar leche fresca era algo dificil, es por ello por lo que este sitio tenía la función de proveer a los niños de este preciado alimento, además de snacks.
Hoy por hoy es un centro de información y una tienda de regalos. Pude entrar sin problemas, aunque solo habían productos de Nueva York y para picnics.
Si nos seguimos adentrando en el parque, nos podemos topar con unas de las carreteras de asfalto que hay construidas.
Hoy por hoy es un centro de información y una tienda de regalos. Pude entrar sin problemas, aunque solo habían productos de Nueva York y para picnics.
Si nos seguimos adentrando en el parque, nos podemos topar con unas de las carreteras de asfalto que hay construidas.
Como podéis ver, dicha carretera está destinada a gente que esté haciendo deporte con carriles específicos para corredores y ciclistas. Hasta donde yo sé, la otra parte del carril solo puede ser usada por trabajadores autorizados del parque, los carruajes y bicicletas que mencioné en la primera parte de este episodio. Esta carretera da vueltas alrededor de Central Park. Sin embargo, también hay carreteras que cruzan el parque de lado a lado y que están abiertas al público.
Una vez cruzamos la calzada y andamos un poco, nos topamos con unas de las joyas de Central Park: The Sheep Meadow (El Prado de Ovejas).
Una vez cruzamos la calzada y andamos un poco, nos topamos con unas de las joyas de Central Park: The Sheep Meadow (El Prado de Ovejas).
Este sitio es gigantesco y su único fin es relajar a aquellos que buscan un rato de paz y tranquilidad. Mucha gente viene aquí en verano o cuando hace buen tiempo. Hoy no era uno de esos días, pero había gente de todas formas. De normal la gente se tumba o hacen picnics en esta zona, ya que para hacer deporte, hay zonas más específicas como podéis ver aquí:
Aquí tenéis las reglas de esta zona:
Básicamente se reduce a no molestar a los otros con ruidos, deportes o perros. Como he dicho, la gente viene a relajarse.
En este punto me parecía raro no haber visto ardillas, y al mirar alrededor un momento, pude ver a este pequeño amigo.
En este punto me parecía raro no haber visto ardillas, y al mirar alrededor un momento, pude ver a este pequeño amigo.
De normal, las ardillas son bastante escurridizas y no dejan sacarse fotos, así que para la próxima me traeré mi objetivo para largas distancias.
Aquí tenéis otra foto de los campos de voleibol de la anterior imagen, ya que me decidí a tomar ese camino.
Aquí tenéis otra foto de los campos de voleibol de la anterior imagen, ya que me decidí a tomar ese camino.
Me paré un rato a mirar cómo jugaban, y la verdad es que eran unos máquinas, se notaba que no era la primera vez.
Seguí caminando y empecé a escuchar música y gente aplaudiendo en la lejanía, así que tomé mi rumbo en esa dirección, no sin antes toparme con un par de monumentos (como os dije, Central Park está plagado de ellos).
Seguí caminando y empecé a escuchar música y gente aplaudiendo en la lejanía, así que tomé mi rumbo en esa dirección, no sin antes toparme con un par de monumentos (como os dije, Central Park está plagado de ellos).
Este monumento no sabía muy bien a quién estaba dedicado, pero tiene pinta de que el águila representa EEUU, así que poco hay que decir.
Este otro monumento es más fácil de reconocer.
Este otro monumento es más fácil de reconocer.
¡Beethoven! No se porqué decidieron poner este monumento en esta ubicación, pero la verdad es que irradiaba música y armonía, así que lo clavaron.
Esta era la multitud que pude escuchar antes.
Esta era la multitud que pude escuchar antes.
Decidí acercarme no sin antes apreciar este otro edificio donde la gente estaba haciendo yoga (también apreciad al señor haciéndose la foto, que siempre es gracioso).
Donde me encontraba ahora, era una especie de avenida ancha donde había todo tipo de artistas callejeros. Sin duda alguna, éstos eran los que más audiencia tenían.
De normal no me suelo parar a ver este tipo de cosas, porque suelen ser bastante aburridas y no hacen mucho. Pero esta gente en concreto, era bastante divertida y estaban muy bien sincronizados. Bailaban, hacían acrobacias y hacían una especie de show de comedia bastante trabajado. Al menos a mí, me sacaron un par de risas.
Llegó un momento en el que pusieron a varias personas en linea y uno de ellos hizo un salto.
Llegó un momento en el que pusieron a varias personas en linea y uno de ellos hizo un salto.
Perdonad si se ve borroso, ando trabajando en mis habilidades como fotógrafo.
Después de esto, este grupo (unas 6 ó 7 personas) empezaron a recaudar dinero y me sorprendió como la gente dejaba 5, 10, y hasta 20 dólares. Sin embargo, este señor de Dinamarca dió 50 dólares y aquí podéis ver cómo se lo agradecieron. Cada vez que alguien daba dinero, lo anunciaban en voz alta.
Después de esto, este grupo (unas 6 ó 7 personas) empezaron a recaudar dinero y me sorprendió como la gente dejaba 5, 10, y hasta 20 dólares. Sin embargo, este señor de Dinamarca dió 50 dólares y aquí podéis ver cómo se lo agradecieron. Cada vez que alguien daba dinero, lo anunciaban en voz alta.
Según mis cálculos, se llevaron más de $200 en esta sesión. Yo di $1, que no está la cosa para más.
Finalmente el show terminó y la gente comenzó a dispersarse. Como he dicho antes, esta zona está plagada de artistas callejeros, entre los que podemos ver hasta a gente haciendo pompas gigantes.
Finalmente el show terminó y la gente comenzó a dispersarse. Como he dicho antes, esta zona está plagada de artistas callejeros, entre los que podemos ver hasta a gente haciendo pompas gigantes.
¡Hasta aquí esta segunda parte del primer episodio! La siguiente parte vendrá cargadita de lugares bonitos y con encanto, os lo garantizo. Todo apunta a que la redactaré el miércoles. Este es el recorrido hasta este momento:
Es posible que hayan 2 partes más, pero todo depende de lo que me enrolle, ya que es difícil resumir algunas cosas.
¡Saludos!
¡Saludos!